Leishmaniasis o leishmaniosis es el término médico utilizado para definir a una enfermedad causada por el protozoo llamado Leishmania, que puede provocar en los perros 2 tipos de enfermedad: la cutánea (es decir afectación de la piel) y la visceral (afección de los órganos abdominales), siendo la segunda la más grave.
- Pérdida de peso
- Pérdida de apetito (anorexia)
- Diarrea
- Melena (heces de color negro por presentar sangre digerida)
- Vómitos
- Epistaxis (Sangrado nasal)
- Intolerancia al ejercicio
- Hiperqueratosis, que significa un exceso de «escamas» en la piel, da la sensación de que el perro tuviese «caspa» para que nos entendamos. También hay despigmentación de la piel (es decir pérdida de color) y pueden aparecer grietas en el hocico y las almohadillas plantares.
- Alopecia: el pelo se vuelve seco, con aspecto frágil y se cae generando «calvas» simétricas.
- Nódulos: son como prominencias («bultitos») de distinto tamaño que aparecen en la piel del animal, aunque estos nódulos pueden ser intradérmicos, osea, debajo de la propia piel pero que notamos al pasar la mano cuando acariciamos al animal.
- Y por último notaremos uñas más largas y frágiles.
- Linfadenopatia, término médico que describe el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos en un 90% de los casos con la forma cutánea.
- Emanciación (adelgazamiento)
- Signos de fallo renal, orina excesiva, una sed excesiva e incluso vómitos
- Neuralgia, dolor por desordenes neurológicos
- Dolor articular y con ello cojeras
- Dolor muscular
- Lesiones osea (pérdida de masa osea)
- Fiebre y aumento de tamaño del bazo
La leishmania es conocida por ser una «gran imitadora» y muchas otras enfermedades (tales como el lupus, cancer, penfigo etc…) pueden ser susceptibles de parecer leishmania y viceversa, con lo cual no es de extrañar que distintas pruebas se hagan en el animal para diagnosticarla a parte del test sanguíneo: raspados, cultivos de hongos, aspirados de la médula osea o de los ganglios incluso biopsias.
Un dato importante es que con cada test de sangre (una serología) se pide también al laboratorio exterior un Proteinograma, y os preguntareis ¿qué es?, es una gráfica que nos muestra la cantidad de las distintas proteínas que circulan en sangre. Y la siguiente pegunta es ¿Y para qué sirve? en nuestra clínica es un dato básico para ver la evolución del tratamiento, ya que sabemos que los niveles de gammaglobulinas aumentan bastante con la enfermedad (aunque la lesihmania no es la única que las aumenta) y ver su evolución nos ayuda bastante.
El tratamiento de base es sencillo, es una combinación de comprimidos (allopurinol) e inyectables (sales de antimoniato) que serán suministrados según las indicaciones de tu veterinario. Cada caso es un mundo y no hay dos pautas iguales.
Existen también «leishmanicidas» vía oral, ideales para casos en los que hay un fallo renal concurrente.
Aunque cada caso es distinto, en general podemos decir que el pronóstico es bastante favorable.
Leishmaniasis y el hombre
No queda claro hasta la fecha hasta que punto es muy transmisible al hombre, desde luego hay especies de leishmania tropicales que han resultado ser un problema grande para la salud pública. En el área del mediterráneo cabe destacar que hay mucha más lesihmaniasis canina que en otras especies, pero el hombre evidentemente es susceptible de padecerla… hay que prestar especial cuidad con personas inmunodeprimidas por la razón que sea. de todos modos en aras de no mezclar competencias estas dudas debería resolverlas tu médico.
El futuro: LA VACUNA!!!
Por fin, después de muchos años esperándola, sabemos que en 2012 estará en el mercado la vacuna de leishmania…
Sobre su mecanismo de acción podemos decir que su función es activar la respuesta natural contra la infección y si bien los repelentes (sprays o collares) evitarán el contacto con el vector, la vacuna lucha de otra manera: mediante ella, si se produjese el contacto en un animal vacunado, éste será capaz de luchar y eliminar la infección.
La pauta de vacunación es la siguiente…
- se podrán vacunar individuos mayores de 6 meses.
- la primo-vacunación consta de 3 dosis separadas 3 semanas.
- se ha de realizar un test previo de leishmania para comprobar que el animal no es portador de la enfermedad.
- no se pueden vacunar animales enfermos.
- es necesaria la revacunación anual
- no es aconsejado vacunar a perros en tratamiento con inmusupresores o inmunomoduladores o sarna demodécica (demodex)
- es aconsejable continuar usando los productos repelentes, la lucha más eficaz será la combinación de vacunas y repelentes.
Esperamos que os sea útil. Si quieres ser el primero en vacunar a tu perro de leishmania ponte en contacto con nosotros, de forma excepcional la vamos a tener disponible desde mediados de enero!!!! Vacuna a tu «perrete» y evita que la lesihmaniasis vuelva a ser un problema en su vida!!!!